01 marzo 2012

Dos cruceros y dos hermanos mufas


Hace un mes, James Thomas, de 19 años, se salvó de perder la vida en el naufragio del Costa Concordia, en el que era bailarín. Hasta que no lo vieron vivo, sus padres no tuvieron respiro. Pasó el tiempo, las heridas cicatrizaron y la vida siguió su curso, aunque nadie olvidó los treinta muertos e igual número de desaparecidos. Hasta que hace un par de días, los Thomas se enteraron que su hija Rebecca, hermana de James y también bailarina, es una de las mil personas a la deriva en el Costa Allegre, que producto de un incendio quedó varado en el Indico y es remolcado por una nave francesa hasta las islas Seychelles. No sé vos, pero cuando suba a un crucero voy a revisar la lista de pasajeros y tripulantes. Estos dos son una piedra. Prefiero irme nadando.