La pequeña ciudad de Beebe, en el estado de Arkansas, Estados Unidos, vivió, por segunda vez, un comienzo de año misterioso: unos 5 mil mirlos cayeron muertos desde el cielo y el fenómeno aún no tiene explicación. A comienzos de 2011, para la misma fecha, Beebe amaneció con igual número de aves tiradas en el piso, sobre todo mirlos de ala roja. A su vez, en una especie de ritual suicida, otros 500 pájaros se precipitaron contra el suelo en una autopista del vecino estado de Louisiana. Estos animales presentaban lesiones traumáticas, fuertes hemorragias y coágulos internos.
Las autoridades -que por lo visto en todos lados son iguales, un complejo de estúpidos- lo atribuyen al uso excesivo de fuegos artificiales durante el fin de año. Se olvidaron que la otra vez dijeron lo mismo y que ahora se prohibieron. Tanto en 2011 como esta semana, también se mencionaron tormentas de granizo o eléctricas, bajas o altas temperaturas, etc. Sin embargo, todas las teorías fueron a contramano de las condiciones meteorológicas ¿A nadie se le ocurre investigar antes de decir lo primero que se le viene a la cabeza?