Sí, ahora le tiene miedo a los fantasmas. Efectivamente, en años no ha bebido otra cosa que formol. Su aspiración de convertirse en la única momia viva sin contar a algunos políticos argentinos, hace rato que está concretada. El encargado de confeccionar su estatua para un museo de cera, no tendrá más trabajo que pasarle un plumero por un cuerpo que se estima que desde mucho tiempo atrás ya está embalsamado. Y sin embargo, en las puertas de una pandemia de gripe porcina y con miles de personas con los rostros tapados con los barbijos, hay que reconocer que Michael Jackson fue un adelantado en eso de cubrirse la boca y la nariz. Algunos científicos temen que cuando los habitantes de las zonas afectadas se saquen las mascarillas preventivas y se miren en el espejo, no verán sus caras sino la del cantante. A veces, es mejor que la peste lo mate a uno.
