Por Humberto Acciarressi
Cuando The Spirit, en los ´40, tenía un auto volador (que su autor le "quitó" cuando apareció Batman con el batimóvil), nadie imaginaba que en marzo del 2009 iban a presentar el "Transition", primer automóvil capaz de surcar el cielo y circular por las calles de una ciudad. De hecho, ya está a la venta en EE.UU.
Imposible olvidar el film "Chitty Chitty Bang Bang" (con guión de Roald Dahl, el escritor que creó a los Gremlins y a Charlie y su fábrica de chocolates), donde Dick Van Dyke manejaba un auto volador. Ni hablar de Los Supersónicos, andanzas animadas de los Jetson, Robotina y el perro Astro, y el DeLorean de "Volver al futuro". Los autos voladores de "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas", de Philip Dick, inspiraron la fantástica "Blade Runner". Y también los había en "El quinto elemento" de Luc Besson, como el taxi conducido por Bruce Willis.
Imaginemos un escenario posible: control de alcoholemia en las nubes, pago del peaje a mil metros de altura, cortes de ruta en helicóptero, y miles de kilos de chatarra y restos humanos cayendo del cielo con cada crash "ballardiano". Y si en las calles de Buenos Aires los autos "vuelan", mejor no imaginar cuando vuelen de verdad. Desde ya podemos ir reclamando, para nuestro país, el más alto índice de muerte de pajaritos en accidentes de tránsito.
(Publicado en "La columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)