Por Humberto Acciarressi
1..2..3..4..5..6..7..8. Listo. Con eso le basta a un hombre para enamorarse de una mujer. En realidad, seamos específicos, el tiempo real es 8,2 segundos. Si la observa la mitad de ese tiempo, mucho interés no hay. Pero si llega a la primera de las cifras, está en el horno. Los científicos (por lo menos los que exponen en la revista especializada Archives of Sexual Behaviour) dicen que el hombre necesita menos tiempo que las mujeres, y que si la mira mucho la primera vez, más interesado estará en ella.
Lo que no se aclara es cuánto es "mucho" en relación a 8,2 segundos: ¿una hora?, ¿dos días? ¿tres semanas? Y en todo caso, si ella le larga un contundente "¿qué mirás?" en pleno proceso, ¿qué pasa?, ¿ya enamorado desde los 8,2 segundos, después de mirarla una hora y ante esa réplica feroz, corre a quitarse la vida?
Pero amigos, no se ilusionen. Porque ellas -lamentamos informarlo- no se interesan mucho en esas cuitas del enamoramiento y la pasión. No. Los científicos dicen que las damas -oh, codicia- se sienten atraídas por hombres que manejan autos caros. El mismo hombre en un Bentley Continental de 100 mil dólares no es igual que en un Ford Fiesta desvencijado, y ni hablar de bicicleta o colectivo 60 a hora pico. Ellas prefieren al primero, dice la ciencia, que da fundamento al viejo dicho "Billetera mata galán". Igual no te desanimes. Y conseguite una mascota, que son un amor.
(Publicado en "La columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)