06 marzo 2015

London Calling ya cumplió los 35 años


Por Humberto Acciarressi

Y ya pasaron los treinta y cinco años. London Calling, el tercer album de The Clash, entró en el último lustro hacía los 40, una cifra muy significativa en la historia de una placa ya clásica, y que por eso mismo no deja de tener actualidad. Ese disco que figura entre los más emblemáticos de la trayectoria del rock y al que la revista Rolling Stone consideró el mejor de los años 80 y, en el 2003, el 8° entre los mejores 500 álbumes de todos los tiempos, fue por cierto el que marcó y definió una nueva estética en el universo del punk, con su apertura hacia otros géneros como el ska, el reggae, el rockabilly, el jazz y el dub. Con la mayoría de los temas compuestos por Mick Jones y Joe Strummer, la fotografía de tapa - uno de los íconos del punk- es la de Paul Simonon rompiendo su bajo en el Palladium de Nueva York en 1979, por la fecha en la que la banda se encontraba grabando London Calling.

Lo que no todos saben es que Simonon contó varias veces que en ese momento icónico del punk, tuvo un ataque de ira porque su bajo estaba sonando mal y que nunca más en su vida le hizo ni un rasguño a un instrumento. Muy por el contrario, siempre fue un fanático de mantener sus bajos y guitarras intactos, limpios y bien cuidados. Pero la historia necesita de esas leyendas para alimentar los mitos y muchas veces a los idiotas. El grupo que en 1980 tenía cuatro años y ya estaba formado por Joe Strummer, Mick Jones, Paul Simonon y Toper Headon (Keith Levene no llegó a grabar y Terry Chimes sólo lo hizo en el primer álbum) entraba a la historia con este disco doble.

London Calling, cuyo título -como se sabe- recrea una frase que la radio inglesa utilizaba durante la Segunda Guerra Mundial, mientras Londres era bombardeada por los alemanes ("This is London calling...", algo así como "Aquí Londres emitiendo...), es, además, el punto más alto del grupo antes de sucesivas deserciones y la final separación. Debe agregarse que la foto de tapa, con Simonon rompiendo el bajo y que originariamente iba a ser otra, fue realizada por Pennie Smith y está considerada la mejor fotografía del rock and roll de todos los tiempos. Joe Strummer, que despues de la separación participó de varios proyectos y formó su banda con The Mescaleros, murió de un ataque al corazón mientras grababa "Streetcore" en diciembre del 2002. Tenía cincuenta años. Todo lo demás ya es historia.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)