Allá hacia fines de la década del 80, con la inocultable influencia de bandas locales como Los Fabulosos Cadillacs (de hecho su segundo disco lo produjo Flavio Cianciarullo) e internacionales como The Clash y Los Ramones, Espías hizo su aparición en el escenario vernáculo, y con el tiempo se fue consolidando como la banda pionera del ska-punk argentino. Ahora, con 25 años de recorrido musical y varias giras por el país, América latina y Europa, el grupo estará presentando su sexto disco, que lleva el nombre de la banda, el sábado 30 a las 19 en el villacrespense Club V (Corrientes 5008). En la oportunidad, también subirán al escenario los integrantes de Loquero, con lo cual los amantes del ska estarán de parabienes.
Militantes de la música que hacen, los integrantes de Espías fueron, en 2012, los mentores del primer Festival Sudamericano de Ska-Punk (el Suda-Ska) con bandas de Chile, Uruguay, Paraguay y Argentina. El mismo ya se llevó a cabo en Buenos Aires, Asunción y Montevideo, y el 13 de noviembre volverá a realizarse en Baires y el 15 de ese mes en Santiago de Chile. En lo que atañe al disco, el mismo contiene once canciones, de las cuales seis son inéditas y cinco son clásicas reversionadas para el cuarto de siglo de vida de la banda. Una de las buenas noticias que acompaña el momento fue el video clip oficial del primer corte de difusión, "Choop libertario", mientras que se encuentran en la etapa final de la grabación de un DVD que documenta los 25 años de este grupo que, con el correr del tiempo, se convirtió en un conjunto de culto del más rabioso ska.
En este cuarto de siglo, Espías compartió recitales con artistas y bandas como Flema, The Wailers, Mimi Maura, Dancing Mood, The Skatalites, por mencionar apenas algunas. Hernán "Cari" Alberto, una de las dos voces de la banda, sostiene que nunca dejaron de ser un conjunto de barrio (Villa Pueyrredón) y siguen defendiendo la autogestión de los discos. En lo que atañe a la realización del Suda-Ska indica que "fue un pequeño proyecto que se fue haciendo grande", lo que además les permite a las bandas que intervienen, ya sea comunicarse entre ellas y compartir estéticas, como "pelearla" juntos por el ska. Especialmente en estos tiempos en los que, también hay que reconocerlo, el género no es tan masivo como lo fue en la explosión de mediados de los años 80.
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)