Actualmente, sólo fue concluida la cabeza de Caballo Loco, que con sus 27 metros de altura ya sobrepasa en nueve el tamaño de los cuatro presidentes de Estados Unidos tallados en el vecino Monte Rushmore. Una vez terminado, el Crazy Horse Memorial se convertirá en la montaña tallada más grande del mundo, gracias a sus 172 metros de altura y 195 de ancho. Junto a la inmensa escultura del monte Thunderhead, el Memorial a Caballo Loco incluirá el Museo Indio de Norteamérica.
Korczak Ziolkowski falleció en 1982, mucho antes de poder ver la cabeza de Caballo Loco esculpida en la roca. La dirección de los trabajos fue asumida por su esposa Ruth, hasta su reciente muerte por cáncer. Desde entonces, una fundación dirigida por sus hijos está encargada de recaudar los fondos necesarios para llevar a buen término esta faraónica obra que quiere convertirse en el monumento más importante en honor de los indios de América del Norte.