MADONNA |
LADY GAGA |
Este viernes, en el Malba, quedará inaugurado el calendario anual de exposiciones con una muestra del peruano Mario Testino, uno de los fotógrafos más influyentes de la moda y el glamour, colaborador de las revistas más prestigiosas del mundo de la pasarelas. La misma es altamente importante por varios motivos. Uno de ellos es que la cantidad de 122 fotografías no es la habitual para ningún tipo de muestra. Y otro no menos importante es que el propio artista fue el encargado de la selección, con el objetivo de ofrecer un panorama completo de su obra e incluso poner de relieve sus contrastes siempre provocativos.
Es de suponer, entonces, que los visitantes de la exposición ("Mario Testino: In Your Face") podrán tener una idea cabal de la calidad de este fotógrafo que, entre otras cosas, retrató a Madonna con cara angelical, a Jennifer López tironeada por una jauría de perros, a Gisele Bündchen ( de quien Testino se considera su descubridor) bajando de una limusina con sus hermosas piernas al descubierto, a la hiper desinhibida Kate Moss en el baño de su residencia, a una sensual Lady Di (el propio arista hizo construir el sofá en el que la retrató para darle un aire informal), a Lady Gaga simulando una atrevida y sexy Estatua de la Libertad, por mencionar apenas a algunas de las celebridades que posaron para su lente.
Testino -nacido en Lima en 1954, de donde se fue antes de cumplir los veinte años por considerarla "muy articulada y formal"- se instaló en Londres sin saber qué hacer, y comenzó con la fotografía cuando necesitó ocuparse de algo para pagarse la comida y el alojamiento. Y vaya si lo hizo. No sólo se convirtió en el fotógrafo del glamour de las modelos y actrices, sino que casi no hubo mujer de las realezas (sean princesas o reinas, entre estas últimas Rania de Jordania) que no lo buscaran para una sesión de fotos con él. En estos últimos cuarenta años fue de éxito en éxito, obtuvo la Orden del Imperio Británico por "sus aportes en la fotografía y el bien social", su trabajo fue exhibido en los mejores museos del planeta, y sus colegas lo consideran al nivel de los célebres Richard Avedon, Irving Penn y Helmut Newton, lo cual por cierto es palabras mayores.
Mario Testino, estrella vitalicia de revistas como Vogue o Vanity Fair, suele decir que el "fotógrafo es como un cowboy", que dispara o muere. Las imágenes mágicas existen en un segundo, y un segundo después ya no están". Es inevitable darle la razón. Y además añadir que Testino lo logra. Muchas marcas -Dolce y Gabbana, Versace, Gucci, Chanel, Dior, Lancome, etc- consiguieron el éxito de muchos de sus productos gracias a la calidad de su arte. No es casual que Anna Wintour, directora en jefe de Vogue US, se pregunte y responda: "¿Cuándo tiene alguien un aspecto más espectacular, majestuoso, sexy, subversivo o luminoso, que cuando es fotografiado por Mario? Todos sus modelos acaban envueltos en el mismo resplandor, el resultado de lo que Patrick Kinmonth, su amigo de siempre y colaborador, denomina una obsesión por la belleza". Con tiempo y entusiasmo, la muestra del Malba (Figueroa Alcorta 3415) permitirá desde las 19 de este viernes hasta el 16 de junio, que los amantes del arte fotográfico y de la moda puedan disfrutar a pleno de uno de los acontecimientos culturales del año.
Testino -nacido en Lima en 1954, de donde se fue antes de cumplir los veinte años por considerarla "muy articulada y formal"- se instaló en Londres sin saber qué hacer, y comenzó con la fotografía cuando necesitó ocuparse de algo para pagarse la comida y el alojamiento. Y vaya si lo hizo. No sólo se convirtió en el fotógrafo del glamour de las modelos y actrices, sino que casi no hubo mujer de las realezas (sean princesas o reinas, entre estas últimas Rania de Jordania) que no lo buscaran para una sesión de fotos con él. En estos últimos cuarenta años fue de éxito en éxito, obtuvo la Orden del Imperio Británico por "sus aportes en la fotografía y el bien social", su trabajo fue exhibido en los mejores museos del planeta, y sus colegas lo consideran al nivel de los célebres Richard Avedon, Irving Penn y Helmut Newton, lo cual por cierto es palabras mayores.
Mario Testino, estrella vitalicia de revistas como Vogue o Vanity Fair, suele decir que el "fotógrafo es como un cowboy", que dispara o muere. Las imágenes mágicas existen en un segundo, y un segundo después ya no están". Es inevitable darle la razón. Y además añadir que Testino lo logra. Muchas marcas -Dolce y Gabbana, Versace, Gucci, Chanel, Dior, Lancome, etc- consiguieron el éxito de muchos de sus productos gracias a la calidad de su arte. No es casual que Anna Wintour, directora en jefe de Vogue US, se pregunte y responda: "¿Cuándo tiene alguien un aspecto más espectacular, majestuoso, sexy, subversivo o luminoso, que cuando es fotografiado por Mario? Todos sus modelos acaban envueltos en el mismo resplandor, el resultado de lo que Patrick Kinmonth, su amigo de siempre y colaborador, denomina una obsesión por la belleza". Con tiempo y entusiasmo, la muestra del Malba (Figueroa Alcorta 3415) permitirá desde las 19 de este viernes hasta el 16 de junio, que los amantes del arte fotográfico y de la moda puedan disfrutar a pleno de uno de los acontecimientos culturales del año.