21 marzo 2014

Carlos Regazzoni en el Paseo de las Esculturas


Por Humberto Acciarressi

En una oportunidad, Antonio Banderas dijo: "A mí me causó un impacto tremendo conocerlo. Me encanta su manera de entender la vida. Una persona lo suficientemente loca y divertida para ser considerada un gran artista. Y me gustaría que algún día la rompiera a nivel internacional ya que es lo que se merece". El actor español se refería a Carlos Alberto Regazzoni, el "artista ferroviario", como alguien lo denominó, uno de los personajes más pintorescos y talentosos del arte contemporáneo argentino. Nacido en Comodoro Rivadavia en un lejano diciembre de 1943, si bien estudió arte siendo un joven, fue en la edad madura que resolvió dedicarse de lleno a la pintura, la escultura y las intervenciones. Trabajando con desechos ferroviarios y otros que encontraba en sus correrías, primero se hizo famoso por sus "locuras" y, poco después, cuando detrás del personaje apareció la obra, con sus maravillosos trabajos.

Con el correr de los años, Regazzoni se fue metiendo en la conciencia de los gustadores del arte, aunque eso no le quitó ni un ápice de su pinta de exuberante bohemio. A comienzos de los años 90, un film documental del cineasta francés Franck Joseph -"El hábitat del gato viejo"-, lanzó la carrera de nuestro compatriota en Paris. Mientras tanto, Regazzoni seguía trabajando en sus ateliers del barrio de Retiro y de la ciudad de Azul. Pero el éxito de la película de Joseph le acercó el apoyo de artistas y empresarios franceses, muy interesados en las técnicas de utilización de chatarra con fines estéticos. Asi consiguió un castillo que transformó en un gigantesco taller, con ateliers en los que trabajan otros plásticos y fotógrafos alternativos,

En la actualidad, con casi tres décadas de trayectoria, Regazzoni tiene dispersas, especialmente en Argentina y Francia, más de tres mil esculturas (en las que se incluyen sus dinosaurios monumentales, sus insectos de ciencia-ficción, sus hormigas, sus Quijotes, sus malones, etc) , cerca de cinco mil enormes acrílicos, y un número incalculable de pinturas, retratos y paisajes. Importantes museos lo han consagrado con sus espacios y los premios le han llovido con una fluidez pocas veces vista. En la actualidad está considerado como uno de los artistas contemporáneos más vanguardistas del mundo, y sus obras ya integran colecciones privadas, incluso de famosos como Banderas, Madonna, Melanie Griffith, por mencionar algunos. Algunos de ellos se han sentado a comer en su atelier de Retiro, cuando se transforma en el bodegón "Gato viejo".

Este sábado a las 11.30, en la Plaza Rubén Darío, Austria entre Figueroa Alcorta y Avenida Del Libertador, este artista sin par vuelve a ser noticia. El ministerio de Cultura porteño inaugurará una nueva edición del Paseo de las Esculturas, con 45 obras de Regazzoni, Las obras estarán divididas en tres sectores. Las mismas serán "La flota de aviones" (un homenaje que realiza el artista a la legendaria Aeroposta Argentina y a quien fue su director, Antoine De Saint Exupéry, que escribió en nuestro país varias obras y capítulos de "El principito"), "El malón" (una fotografía imaginaria del último malón de Azul en 1876, en la que se observa al cacique y sus hombres esperando la llegada de la cautiva) y "Rancho de los esteros" (donde Regazzoni se ocupa de rescatar la esencia de animales autóctonos con los materiales más diversos). Cabe agregar que esta es la tercera edición del Paseo de las Esculturas y el artista elegido no pudo ser mejor.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)