En 1932, Oliverio Girondo publicó su tercer libro, "Espantapájaros", editado por la legendaria Proa y con una de las tapas más originales que uno haya visto. La ilustración, el llamado "espantapájaro académico de galera y monóculo" le pertenecía a un joven de 29 años, técnicamente nacido en Italia pero traido a la Argentina a los dos años y meses, llamado José Bonomi, quien con el tiempo se convertiría en uno de los más famosos y paradójicamente casi anónimo diseñador de portadas, además de pintor, escenógrafo, grabador y docente. No es casual que su aporte al arte aún no haya sido lo suficientemente valorado y su nombre sea prácticamente desconocido aún en el mundo de las galerías y de los museos. El arte de tapa se las ve negras cada vez que se lo quiere incluir en los catálogos académicos.
Injustamente, casi no hay referencias a este artista que estuvo vinculado a los circuitos culturales de Buenos Aires durante muchos años y que cultivó la amistad de Leopoldo Marechal, Emilio Pettoruti, Xul Solar y Lino Eneas Spilimbergo, entre otros . Muy perdidamente se sabe que nació el 17 de junio de 1903. Para colmo, la red de redes casi no aporta datos, salvo muy escuetos y vinculados a la colección creada por Borges y Bioy Casares. El asunto es que Bonomi trabajó en los más prestigiosos diarios y revistas de la Argentina, además de haber hecho tapas e ilustraciones de una cantidad infinita de libros de diversos autores. Por ejemplo, la revista Sur y la editorial Tor, en las antípodas estéticas, contaron con su gran versatilidad. Por suerte, en la que constituye la primera retrospectiva del artista - titulada "José Bonomi y El Séptimo Círculo. Ilustración y literatura"-, los porteños pueden ver desde hace unos días en el Museo de Arte Español Enrique Larreta (Juramento 2291), muchas de las obras de este singular personaje. La exposición -que permanecerá abierta al público hasta el 26 de octubre de 13 a 19 y de 10 a 20 los sábados y domingos- es acompañada de un ciclo de conferencias y otro de cine. Visitarla es más que recomendable.
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)