25 mayo 2012

La echaron por sus grandes lolas


Una mujer denunció que la echaron de su empleo por tener los pechos demasiado grandes, lo cual -según sus empleadores- generaba la distracción de los clientes. Se trata de Laura Odes, de 29 años, que trabajaba en una lencería de Manhattan perteneciente a judíos ortodoxos. En una entrevista al diario New York Daily News, Odes explicó que su supervisora le dijo a los dueños del comercio que no estaban contentos con su apariencia porque "distraía a los clientes". La joven también contó que le sugirieron que "que se aplastara los pechos" o que "se los tapara un poco más". Como ves, todas las religiones tienen su inquisición.