Por Humberto Acciarressi
Allá por comienzos de los setenta, el príncipe Rupert Lowenstein, asesor financiero de los Rolling Stones, le dio un ultimatum a los miembros del grupo: o se escapaban del país por dos años o el fisco inglés del gobierno laborista de Harold Wilson los mandaba a la bancarrota por las deudas que mantenían. Los Stones ni lo pensaron. A mediados de julio de 1971, todos desembarcaron con equipos, colaboradores y amigos en una casa (en rigor un castillo) que Keith Richards había alquilado en el paradisíaco sur de Francia.De esos días de música y excesos quedó un disco legendario e iconográfico de la banda: "Exile on Main St". Una curiosidad para la historia de la música: el lugar escogido había servido de cuartel general de la Gestapo, durante la ocupación nazi a Francia en la Segunda Guerra Mundial.
Los Rolling, que venían de lanzar Sticky Fingers, en este nuevo material alcanzaron una fusión de géneros impresionante. Desde los sonidos clásicos del rock hasta el jazz, pasando por el boogie, el country, el blues, el rockabilly, el gospel y ciertos motivos africanos. El disco debutó en la lista de los más vendidos en los Estados Unidos y el Reino Unido en julio de 1972. La valorización del disco, que no llegó rápidamente por parte de la crítica, fue creciendo con el tiempo y hoy se lo considera uno de los mejores trabajos del grupo y la revista Rolling Stone lo ubicó en el 7° lugar en su nómina de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.
De aquella aventura provocada sin querer por los sabuesos del fisco inglés, quedó, además del memorable disco, un documental de noventa minutos realizado por Stephen Kijak: "Stones in exile". En el mismo están registrados momentos de la grabación de la placa, además de entrevistas a algunos de quienes participaron de aquellos días legendarios hasta personalidades como Sheryl Crow, Martin Scorsese (que dirigió, vale recordar, Shine a Light, sobre los Stones) o Benecio Del Toro. El documental tuvo su lanzamiento en el Festival de Cannes y ahora el canal Isat lo pone en el aire este sábado a las 22, con sucesivas repeticiones. Un material para no perdese.
(Publicado en el suplemento de música ¿Te Suena? de La Razón, de Buenos Aires)