No existe ni existirá pregunta más odiosa para un chico. Nene, ¿qué vas a ser cuando seas grande? No sería inconcebible suponer que ese interrogante, largado a bocajarro, haya incubado la infancia de muchos asesinos seriales. Pero los chicos de ahora tienen más opciones que los del pasado. Un estudio titulado "Los trabajos que se vienen" les dan la oportunidad para salir del paso de esa pregunta odiosa.
Nene, ¿qué vas a ser cuando seas grande? El chico, desde sus siete u ocho años, pone cara solemne y responde: "Granjero vertical". "¿Lo qué?", le responderá la tía. Y así sigue la historia. Para hacerla corta, algunos de los desopilantes profesionales que se vaticinan son cirujanos para el aumento de la memoria, guía turístico espacial, fabricantes de partes del cuerpo, desechador de datos personales, organizadores de vidas electrónicas y siguen los delirios. Nada de esto (nos referimos al estudio) es mentira. Lo juramos con la mano sobre el Guinness.
Claro que, humildemente, podríamos sugerir otras profesiones. Veamos. Intermediario para peleas entre jugadores de Boca, seductor de mujeres para terceros, lector de correos spams, discutidor profesional a domicilio, traficante de neuronas, asistente a sueldo para reuniones de ex compañeros encontrados en Facebook, twitteadores por encargo, asesores de imagen de Ricky Fort. La lista es infinita. O hasta donde alcance el caradurismo propio y el dinero de quienes los contraten.
(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)