Por Humberto Acciarressi
Este jueves a las 21 en Salta y Resto (Salta 755, CABA), Javier Cohen Trio (Cohen en guitarra, Claudio Gandolfo en bandoneón y Hernán Fernández en percusión) estará presentando el CD titulado en jerga futbolística como "Línea de 3". La placa contiene doce tangos y ritmos rioplatenses, con influencias folclóricas y jazzísticas, además de músicas de cámara, indígenas, africanas y académicas, y una insistente búsqueda de la actualidad urbana. No está de más acotar que Cohen, en el marco del proyecto Pichuco Centenario en homenaje al natalicio del Bandoneón Mayor de Buenos Aires, Aníbal Troilo, coordinó junto a Juan Carlos Cuacci la digitalización de 489 arreglos manuscritos de la orquesta del "Gordo", lo cual es un valiosísimo aporte para músicos de nuestros tiempos y épocas venideras. Javier Cohen, que ya había editado "Cómo va todo" y "Buenas", cuenta entre sus influencias a músicos como Roberto Grela, el propio Aníbal Troilo, Horacio Salgán, Egberto Gismonti, Herbie Hancock, Bill Evans, Luis Alberto Spinetta, por mencionar algunos. Con motivo de la presentación, mantuvimos una charla con el guitarrista y compositor.
¿Cómo, cuándo y por qué se formó Javier Cohen Trio?
- Fue allá por el 2010, luego de haber tocado en el cuarteto anterior con Claudio Gandolfo, amigo y bandoneonista, y luego de presentar "Como va todo". Allí fue cuando surgió la posibilidad de armar el trío con Hernán Fernández, con quién habíamos compartido tiempo atrás algunas experiencias musicales muy valiosas. Si tuviera que resumirlo, diría que es como si hubiéramos encontrado un formato interno para la comunicación musical, que si bien la afirmamos en los primeros ensayos, luego se fue incrementando naturalmente, lo que nos permitió hablar menos y tocar más. Fue así como llegamos a las versiones que este año plasmamos en el disco que estamos presentando.
¿Cuáles son las principales influencias que marcaron el camino de "Línea de 3"?
- Sin duda alguna todo sucedió y se gestó durante los preparativos del centenario del nacimiento de Aníbal Troilo, y la filmación del documental "Pichuco", en el que participé orgullosamente. Así que Troilo está presente de varias maneras. Pero en la inclusión de mis composiciones, y en la concepción de los arreglos y la estructura de los solos, están presentes músicos que admiro desde siempre, como Luis Alberto Spinetta, Horacio Salgán, Egberto Gismonti o Astor Piazzolla. Inclusive la presencia de mis maestros como Armando Alonso, Rodolfo Mederos y Jim Hall, es una constante en las influencias que arrastro con gusto.
¿Cuál pensás que es el aporte de ustedes a la escena del tango fusión con este nuevo disco?
- Por alguna razón, aunque no se bien por qué, le escapo al término fusión para definir nuestra música. Hay algo en el término que no me representa, si bien soy consciente de que quien escucha el disco se encuentra con una serie de sonoridades no tradicionales, por llamarlo de alguna manera. Prefiero pensar que todo músico tiene su propia mezcla o fusión, desde su educación musical formal o informal, de manera que salvo aquellas manifestaciones radicales o tradicionalistas (de las que hay algunas que disfruto mucho), todo puede ser considerado algún tipo de fusión, sin siquiera habérmelo propuesto.
¿Cómo si fuera algo no racional?
- Creo que ese es nuestro asunto. En todo caso, lo que no hacemos es pensar que lo inventamos nosotros, y disponer espacios declaradamente para la improvisación musical, dentro de los tangos que tocamos. Para algunos, el sólo enunciado de esa propuesta es una fusión entre el tango y el jazz, pero en ningún caso esa es nuestra intención, ya que desde algún punto de vista que sería largo de desarrollar, algunas músicas de Bach tienen una naturaleza jazzística, por haber sido concebidas de un modo espontáneo, y lo mismo podría decirse de algunas piezas de Chopin o Mozart. Y entendiendo ese camino, Roberto Grela o Rubén Juárez, serían quizás también alineados en esa lista jazzística.
Pero más que el jazz, lo que parece unirlos es la improvisación, si bien es cierto que es inherente a este género.
- Es verdad. Eso es en realidad lo que los une. No el jazz, sino la improvisación musical como medio expresivo principal. Claro que en ese arte, si bien es cierto que el jazz tiene grandes exponentes como Miles Davis, Bill Evans, etc., hay también un lenguaje, que inclusive posee grandes exponentes que no improvisan, y no por eso dejan de ser expresivos. En definitiva, lo que creo que nos distingue en la escena del tango actual no es tanto la "fusión", sino la necesidad expresiva que cada uno de nosotros tenemos, con nuestra raíces y nuestros legados ("Raíz y Legado" es el nombre del reciente disco solista de Hernán) y el acuerdo energético que tenemos para unir el lenguaje del tango con la condición expresiva que nos permite la improvisación musical. Eso es todo.
¿Con qué se va a encontrar el público el jueves próximo?
- Si todo va bien, el público escuchará tangos y ritmos rioplatenses, por supuesto todo asociable a la edición de "Línea de 3", donde quizás puedan apreciarse claramente dos tendencias. En este sentido habrá tangos clásicos versionados con la intención de darles una sonoridad propia, pero junto a la presentación de temas nuevos que nos permiten seguir describiendo nuestro lugar y nuestro tiempo, como han hecho todos los artistas que admiramos a lo largo de la historia.
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)