Por Humberto Acciarressi
Este jueves a las 21 en Bebop Club (en el ya clásico subsuelo de Moreno 364), la cantautora y guitarrista Cecilia Zabala y el compositor y pianista Philippe Baden Powell presentarán su primer disco a dúo, "Fronteras", en una sesión que se repetirá en el mismo día, horario y lugar la semana próxima. Los dos músicos se conocieron en Curitiba en el verano de 1995, cuando ella había viajado a Brasil para estudiar a fondo su música, y él acompañaba a su padre, el legendario Baden Powell, en conciertos y clínicas. Sin embargo, fue recién en 2012 cuando empezaron a presentarse juntos, especialmente en Paris. Y en 2013 se inició el proceso de este gran CD que ahora presentan, y que cuenta en el segundo track ("Año nuevo") con la colaboración del cellista y arreglador Jaques Morelenbaum.
Con motivo de este acontecimiento charlamos con los músicos. A Cecilia -antes que nada- le preguntamos por los recuerdos que tiene de Baden Powell. Y ella respondió: "Tengo hermosos recuerdos de él. Por supuesto su música fue un faro que me acompañó durante todos estos años y lo sigue siendo. Además en mi memoria tengo presente esa figura aparentemente delgada y frágil, pero con una energía muy luminosa e intensa. Sumamente amable y considerado con todos los guitarristas que estuvimos compartiendo aquellas tres tardes que duró su clínica". Y en cuanto a Philippe, se refiere a su padre de la siguiente forma: "Primero me dejó un legado instrumental. Cuando escucho la guitarra de mi padre siento toda la riqueza y diversidad musical brasileña contenidas en las seis cuerdas. ¡Es increíble! Después viene su legado como compositor de sambas, canciones y temas instrumentales tan singulares y ricos".
En cuanto al costado personal, Phillippe recuerda: "Mi papá tenía una relación casi exclusiva con su guitarra y su trabajo. Cuando empecé a tocar y hacer música fue cuando pude adentrarme en su esfera personal y recibir sus enseñanzas de vida a través de la música. Siento que la integridad artística era lo más importante para él, ser y expresarse con sinceridad a través del arte". En lo referido a la participación de Morelenbaum precisa que la idea surgió muy naturalmente, "buscando primero qué instrumento quedaría mejor para esa bella melodía de Cecilia. El cello siempre me encantó. La primera vez que escuché un cello fue con Yoyo-Ma tocando las suites de Bach, que era el compositor favorito de mi padre. Yo ya había escrito música usando este instrumento, y en mi cabeza sonaba muy bien la melodía de `Año Nuevo`. Entonces le propuse a Cecilia que Jaques sería la mejor opción por su familiaridad con los universos de música clásica y popular, además del cellista que es. Entonces les escribimos y aceptó".
Mientras públicamente Zabala ha dicho que “este disco es para mí un círculo que se cierra y una puerta que se abre respecto a mi relación con la música brasilera", su compañero musical añadió "este proyecto está lleno de fuerza, de fe y emoción". Ahora ambos coinciden en que después de las presentaciones en Bebop y otras que se puedan agregar, tiene pautado llevar el disco a Europa. Pero primero lo primero, que es la actuación en Buenos Aires. El resto, y no hay que ser adivino, vendrá por añadidura.
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)