09 enero 2015

La matanza de Charlie Hebdo y un ejercicio de imaginación

Por Humberto Acciarressi

Imaginemos, de pronto, que en una redacción -de las tantas por las que uno ha transitado- ingresa un grupo de psicópatas y comienza a disparar, unos a mansalva y otros con objetivos prefijados, contra quienes allí se encuentran. Y que por una casualidad, y tomándonos la licencia de jugar con el tiempo y el espacio, en el lugar caen muertos por las balas tipos como Quino, Caloi, Fontanarrosa, Divito, Quinterno, Altuna, Grillo, Bróccoli, Paz, Liniers, Sendra, Langer, Ferro, Garaycochea, Breccia, Copi, Solano López, Rep... La lista de caricaturistas e historietistas argentinos, con quienes uno ha tenido o no trato, es infinita. Una monstruosidad semejante sólo cabe en la cabeza de estos fanáticos religiosos, que en la Argentina produjeron dos matanzas a gran escala como los atentados a la embajada de Israel y la AMIA.

Siguiendo con esta imaginería macabra digamos que estos asesinos dementes que provocaron el asesinato masivo en las modestas oficinas de "Charlie Hebdo", en Paris, hubieran entrado a sangre y fuego en redacciones en las que uno también ha estado o no, como las de Satiricón, Humor, Chaupinela, Eroticón, Tía Vicenta, Hortensia, cualquiera de las Caras y Caretas, y cien más. Y allí hubiesen aniquilado a periodistas y humoristas al grito de "Hemos vengado a Mahoma" y frases altisonantes como esa. Todo esto que nosotros imaginamos acaba de pasar, y, entre otros, han caído Charb, Cabú, Wolinski, Tignous. Quisimos poner un ejemplo cercano y citamos nombres argentinos para que muchos dimensionen un mundo sin Mafaldas ni Inodoros Pereyra, ni Eternautas y sin Macanudos, sin las críticas humorísticas de Humor, Hermenegildo Sabat o Barcelona.

Poco antes de la matanza cometida por estos asesinos que flaco favor le hacen al profeta Mahoma, Charb, es decir Stéphane Charbonnier, el director de Charlie Hebdo fue reporteado por El Mundo y se parodió a sí mismo con un cartel que señalaba "Hasta la victoria siempre" y "Humor o muerte". Las redacciones de todo el mundo libre, en donde la libertad de expresión es un bien preciado y hasta los gobernantes se ríen cuando se burlan de ellos, ayer vivieron una congoja de la que casi no hay antecedentes. Una pena planetaria, sumada a la solidaridad de millones de personas que no logran entender esta tremenda enfermedad de matar a quienes piensan diferente. Un capítulo aparte merecen quienes, por ser "políticamente correctos", o no hablan o dan su opinión con críticas a otros terrorismos, muchos estatales, que nosotros también criticamos en esta columna.

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)

STEPHANE CHARBONNIER, CHARB, DIRECTOR
Y CARICATURISTA DE LA PUBLICACION, CON UN
DIBUJO EN EL QUE SE PARODIO A SÍ MISMO CON
LAS LEYENDAS "HASTA LA VICTORIA SIEMPRE"
Y "HUMOR O MUERTE". ERA UNO DE LOS
OBJETIVOS PRINCIPALES DEL ATAQUE.



JEAN CABUT, CABU, UNO DE LOS
COFUNDADORES DEL SEMANARIO Y
UNO DE LOS GRANDES TALENTOS
DEL HUMOR GRAFICO FRANCES.
FUE ASESINADO MIENTRAS
DIBUJABA EN SU ESCRITORIO.


TIGNOUS, CUYO VERDADERO NOMBRE
ERA BERNARD VERLHAC, ERA UNO
DE LOS PILARES DE LA REVISTA
Y AUTOR DE VARIOS LIBROS EN
 LOS QUE CARICATURIZABA
LA POLITICA FRANCESA.
GEORGES WOLINSKI, MAESTRO DEL
HUMOR FRANCES, FUNDADOR
DE LA REVISTA Y COLABORADOR
DE LAS MAS PRESTIGIOSAS PUBLICACIONES
DE LA PENINSULA Y DE EUROPA.