"Desde la cúpula de San Pedro, detrás del Ponte Sisto, a la isla Tiberina, detrás del Ponte Garibaldi, el aire estaba tenso como una piel de tambor. En ese silencio, el Tíber, todo amarillo, discurría entre las altas murallas, que apestaban a meadero bajo el sol, como si los detritus con que se había cargado más arriba pudieran llevar sus aguas siempre más lejos"
Pier Paolo Pasolini