12 diciembre 2008

Reivindicación necesaria del dato inútil

Por Humberto Acciarressi
 
Primero lo primero. Físicos de la Universidad Técnica de Clausthal, alemanes ellos, consiguieron medir la velocidad con que es despedido el corcho de una botella de champán que ha sido agitada.

La cifra es casi escandalosa: 40 kilómetros por hora. Pero los científicos van más allá: aseguran que la fuerte velocidad no da tiempo a ponerse a resguardo. O dicho en buen criollo, quien se encuentre a tiro no tendrá tiempo de agacharse y evitar el corchazo.

Lo que no aclaran los cables es el tiempo que les insumió llegar a tan trascendente revelación, ni cuántas botellas destaparon antes, ni siquiera si el dato cayó de casualidad, como la manzana de Newton, o en medio de una borrachera colectiva. Hay algo, sin embargo, que no admite dudas: la humanidad podría prescindir de ese dato sin riesgo de extinción.

A pesar de esto no deberíamos prejuzgar esas revelaciones de la ciencia. En este tren, esta columna informa que el ojo del avestruz es más grande que su cerebro; un estornudo viaja por la boca a 965 km horarios; una persona muere más rápido por no dormir que por no comer; y las hormigas no duermen. Y para que su paso por acá no haya sido inútil, sepan que en el mundo hay más pollos que personas y que el rey de corazones es el único rey sin bigotes. Pero nunca olviden que si uno grita constantemente durante 8 años, 7 meses y 6 días, produce la energía sonora para calentar una taza de café. Aunque usted no lo crea.

(Publicado en la "Columna del Editor" de La Razón de Buenos Aires)