En estos días que corren y hasta fines de noviembre, el Malba consagra sus salas de cine para un importante ciclo titulado "Marea roja", que en letra del Indio Solari podría denominarse "de regreso a Oktubre"(así, con esta grafía). El cine de la Unión Soviética --a diferencia de su literatura, muy pobre en comparación con la anterior-- tuvo momentos muy interesantes en el espectro internacional.
Así como se ha dicho que "es probable que Lenín haya sido el primer político que advirtió el potencial del cine como herramienta cultural",también debe señalarse que ciertos directores-ícono de la Revolución marcaron una línea de notoria influencia en el futuro. Entre Serguei Einsenstein (víctima, en muchas ocasiones, de la estética del realismo socialista y sus censuras) y Andrei Tarkovski, hay otros nombres menos conocidos en Occidente pero no por eso de inferior calidad.Ese es el caso, por ejemplo, de Vsevolod Pudovkin --tal vez uno de los pocos que no cayó en desgracia durante la dictadura de Stalin --, o de Mikhail Kalatozov con "Pasaron las grullas" (1957), de Grigori Chukhrai con "La balada del soldado" (1959) y El 41 (1956), o de Vasili Pichul con "La pequeña Vera"(1988), una de las últimas películas del período soviético.
Pero volvamos a Eisenstein y Tarkovski. Del primero, además de los tradicionales "Octubre", "La huelga" o "El acorazado Potemkin", podrán verse "La línea general", "Iván el terrible", "Viva México" y varias más. Lamentablemente, en el caso de Tarkovski, sólo estarán la imposible de obviar "Solaris" (basada en la novela homónima de Stanislav Lem) y "La infancia de Iván".
Si a los films mencionados y a otros que por razones de espacio quedan afuera de estas líneas, se le agregaran algunos otros clásicos --pensemos en "El sacrificio", de Tarkovski, una de las mejores películas que el autor de este comentario recuerda haber visto -- el banquete sería perfecto. Aún así, es una de las mejores cosas que estarán pasando en Buenos Aires en las próximas semanas.Hay otro dato para destacar: varias de estas películas no se consiguen en copias VHS o DVD. Como podrá notarse, no es un argumento menor en favor del ciclo del Malba.