Cuando un avión de una aerolínea con sede en Seúl se estrelló el fin de semana en San Francisco, Estados Unidos, la empresa emitió una declaración de arrepentimiento. Con una reverencia, el director de Asiana Airlines no sólo se disculpó con los pasajeros y sus familias, sino con todo el país. En una reacción que sería difícil de imaginar si viniese de personas de otras naciones, los éxitos y los fracasos de las grandes empresas de Corea del Sur están ligadas a la psique de este pequeño y orgulloso país. "Realmente creo que los extranjeros ven este accidente como un reflejo de toda Corea del Sur", dijo Cheon Min-jun, un empleado de oficina de 30 años. Los surcoreanos se interesan mucho por el perfil global de las compañías de su país. Muchos sienten orgullo, por ejemplo, cuando ven publicidades de Samsung en Times Square de Nueva York.