" (...)Los monstruos existen pero son demasiado pocos para ser realmente peligrosos; más peligrosos son los hombres comunes, los funcionarios listos a creer y obedecer sin discutir, como Eichmann, como Hoess, comandante de Auschwitz, como Stangl, comandante de Treblinka, como los militares franceses de veinte años más tarde, asesinos en Argelia, como los militares norteamericanos de treinta años más tarde, asesinos en Vietnam.
Hay que desconfiar, por tanto, de quien nos quiere convencer con medios diferentes de la razón, es decir, líderes carismáticos: hemos de ser cautos al entregar nuestro juicio y nuestra voluntad. Como es difícil distinguir entre los profetas auténticos y los falsos, es mejor sospechar de todos los profetas; es mejor renunciar a las verdades reveladas, aunque nos exalten por su simplicidad y su esplendor, aunque las encontremos cómodas porque se adquieren gratis (...)"
Primo Levi
(Fragmento de "Si esto es un hombre")