De acuerdo a la investigadora, "esa placa debía ser clavada en una de las paredes de la Torre para recordar y glorificar a su autor, pero cuando el monumento empezó a inclinarse y los trabajos se detuvieron, Bonanno, que se sintió muy amargado, abandonó la placa entre los restos de los materiales de construcción y el tiempo, en parte, la destruyó". Eso ocurría en agosto de 1173, al inicio de los trabajos, que fue cuando comenzaron los problemas de la inclinación. Para colmo, las letras de la falsa necrológica eran casi ilegibles y había una palabra que atormentaba a Ammannati: "opus", que significa "obra".
Así se inició el lento y precioso trabajo de reconstrucción del epígrafe. Un texto en métrica latina que parecía la más increíble de las poesías: "Mirificum qui certus opus condens statui unum / Pisanus civis Bonannus nomine dicor". Traducido al castellano el escrito significa: "Lo que seguro he levantado, fundado, es una obra admirable sobre cualquier otra, soy el ciudadano pisano llamado Bonanno". Lo cual, a todas luces, no es una lápida como se creía hasta ahora.