Carol, una mujer de 45 años de San Diego, confesó estar profundamente enamorada de la estación de tren de Santa Fe, de California. Su amor hacia la estructura comenzó cuando tenía nueve años y su vínculo se fue afianzando a lo largo del tiempo. Y aunque no lo creas, en 2015 se casó con ella -leés bien- y afirma que tiene "sexo mental" con la construcción. O en sus palabras: "No tengo sexo físico con la estación en público porque quiero ser respetuosa. Tengo sexo en mi mente con Draida cuando estoy allí", aseguró la mujer, que como advertís le puso nombre a la estación. Para que la gente no crea que está loca (yo soy uno de ellos) cuenta que en una oportunidad amó a un ser humano, un tal Tom, pero la cosa no anduvo.
Carol, hay que aclararlo, cuenta que estuvo estudiando el tema y descubrió la objetofilia, que consiste en sentir atracción emocional y sentimental por un objeto. Para concluir, la mujer afirma: "Tengo tanto miedo de que me atrapen, por lo que no le digo a la seguridad de la estación que estamos casados. Me encanta caminar y mirarla. Daidra y yo conversamos sobre cosas normales, siempre le digo cómo ha sido mi día. Nunca puedo dejar San Diego, porque mi amante está aquí. Nunca podría amar a otra estación de tren, ella es la única". Y confió que la construcción le prometió que "nunca abandonaría" a la mujer ¿Y después dicen que el mundo no está loco?