“A Walt Whitman:
(…) ¡Qué grandes nacimientos has presenciado! La plancha de vapor, los barcos de vapor, los buques de acero, el tren, la desmotadora de algodón, el telégrafo, el fonógrafo, la fotografía, los fotograbados, la electrotipia, la luz de gas, la luz eléctrica, la máquina de coser, los asombrosos, infinitamente variados y innumerables productos del alquitrán, las últimas y más extrañas maravillas de una edad maravillosa. Y has visto nacimientos aún más grandes que esos; porque has visto la aplicación de la anestesia en las prácticas quirúrgicas, gracias a la cual el dolor, que empezó al crearse la primera vida, llegó a su fin para siempre en esta tierra; has visto la liberación de los esclavos, has visto la prohibición de la monarquía en Francia y su reducción en Inglaterra a una maquinaria con una imponente exhibición de diligencia y atención al negocio, pero desconectada de los trabajos verdaderos. Sí, desde luego has visto mucho, pero quédate un poco más, porque lo más grande está aún por llegar. Espera treinta años y entonces ¡échale un vistazo a la tierra! (…)”
Mark Twain
24 de mayo de 1889