"Pienso que de niños todos tenemos con la realidad una relación difuminada, emocional, soñada; todo es fantástico para un niño, porque es desconocido, nunca visto, nunca experimentado, el mundo se ofrece a sus ojos totalmente carente de intenciones, de significados, vacío de síntesis conceptuales, de elaboraciones simbólicas: es sólo un gigantesco espectáculo, gratuito y maravilloso, una especie de desterrada ameba que respira, donde todo vive, sujeto y objeto, confundido en un único flujo imparable, visionario e inconsciente, fascinante y aterrorizador, del cual no ha emergido todavía la divisoria de las aguas, el confín de la conciencia".
Federico Fellini
(del libro "Hacer una película")