25 septiembre 2007

Filosofía interna de una redacción

Dijo Enrique Gariglio con tono solvente: "El mundo cambió"

Sostuvo Geraldine Mitelman azorada: "¡Qué feo Internet!,¿eh?"

Se indignó Alfredo Alcará mientras escuchaba música tecno: "¡Nunca una chacarera!"

Afirmó Mercedes Mendez científicamente: "En Mar del Plata no puede haber tsunamis; ya lo investigué"

Vaticinó Luis Sartori: "Me parece que no llegamos al Bicentenario"

Suplicó María Eugenia Chapur: "Humber, te lo ruego por los clavos del Señor"

Polemizó Andrés Fevrier: "Mejor que Maradona fue el Beto Márcico"

Anunció Paula Conde: "No puedo ser amiga de alguien a quien no le guste el chocolate"

Se jactó Hugo Arias: "La vida hay que vivirla: yo me como una manzana, un yogurt, y que sea lo que Dios quiera"

Exclamó María de la Paz García: "A la pipeta"

Deslumbró Juan Manuel Gaimaro: "Entré como chancho a la tomatera" (¿¿¿...???)

Arengó María de la Paz García: "Humber, hay que salir del paradigma"

Dagnosticó Enrique Gariglio refiriéndose a cierta señora/ita de cierta redacción: "Lo que pasa es que no superó la lobotomía"

Nos ilustró Alejandra Bratin: "La culpa de todo la tiene el nitrógeno"

Se atrevió Juan Manuel Gaimaro: "Desde que los scouts cumplieron cien años, Paz está insubordinada"

Se confesó Gabriela Cabezón Cámara: "Lo que no tiene vuelta atrás, no es para mí"

(Delirios de algunos compañeros de La Razón, de Buenos Aires)