05 octubre 2014

Corin Tellado, la reina de los corazones solitarios


Por Humberto Acciarressi

Aunque durante años se dudó de su existencia, María del Socorro Téllez López había nacido el 25 de abril de 1926 (algunos dicen 1927) en Viavélez, Asturias, y no muy lejos de allí se murió 81 años más tarde. Sin embargo, siempre será conocida como Corín Tellado, la escritora que jamás nadie soñó que recibiría el Nobel, ni el Asturias, ni el Cervantes, ni cualquier otro premio por el que babean los más grandes narradores. Si es cierto que en vida, el gobierno español le otorgó la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Parece un chiste -y tal vez lo sea-, pero a ella, que se llamaba "una esclava de la máquina", le encantó. Y la verdad que es que si alguien se merecía ese galardón era esta mujer que parecía salida de una película de Almodóvar, que nunca miró televisión, que se la pasaba escuchando radio, que escribió a los 17 años su primera obra -"Atrevida apuesta"-, que jamás usó computadora, y que nunca paró de darle que darle a las teclas de su Lexicon.

Sólo para tener una idea, Corin Tellado superó las cinco mil novelas, a razón de una cada dos días, aprovechando el consejo de Goethe quien afirmaba que sólo existen 47 temas de amor para escribir. La asturiana, con una empedernida repetición de lugares comunes se convirtió en el sinónimo de la novela rosa, en su más emblemática escudera. Llegó a figurar en el Libro Guinness como la autora más leída en la historia de la literatura castellana, con más de 4.000 títulos y unos 400 millones de ejemplares vendidos. Una exageración desde el lugar por dónde se lo mire. Sus obras son sencillamente espantosas.

En su vida personal, Corin Tellado se jactaba de no haber tenido sexo con nadie durante más de cuarenta años, y añadía que el único que tuvo en su vida fue para parir a dos hijos con un marido que jamás amó. Guillermo Cabrera Infante, siempre tan acertado, la definió como "una pornógrafa inocente". Precisamente en 1979 -entendiste bien, en un año- escribió 26 novelas editadas por la colección especial Venus, de Bruguera, con relatos eróticos. Para no escandalizar a sus lectores, lo hizo con seudónimo, Ada Miller y Ada Miller Leswy, y en varios reportajes, ya blanqueada la autoría, reconoció que no le gustaron para nada esas obras. "Les faltaba alma, ternura, matiz interior y no profundicé en los personajes", decía. Estuvo a punto de morirse varias veces y siempre se salvó. Hasta que el 11 de abril de 2009 se cuerpo dijo basta. Ignoro si alguien la lee en la actualidad.

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)



Un bañero poco confiable

Olimpia y Nectanebo engendran a Alejandro en un antiguo manuscrito

Bombas sobre Londres, 1940

Bebés enjaulados en Estados Unidos en la década de 1930


En la década del 30, en Estados Unidos, era común ver colgando de los edificios estas jaulas, en las que los matrimonios metían a sus bebés para que tuvieran luz del sol y aire fresco ¿Me parece a mí o eran un poco peligrosas?

Muñecas en el Museo de Edimburgo

Guillermo Delgado, el contrabajo del folclore

Por Humberto Acciarressi

El próximo miércoles en Café Vinilo (Gorriti 3780), Guillermo Delgado Grupo estará presentando su nuevo material discográfico, "Adentro", a partir de las 21. Integrado por Leandro Cacioni en guitarra, Agustín Lumerman en percusión y Guillermo Delgado en contrabajo, la agrupación tiene un repertorio que se caracteriza por abordar el folclore argentino desde diferentes perspectivas musicales y sin prejuicio alguno. Y precisamente una de las características del disco es que no es frecuente en el folclore el sonido tan destacado del contrabajo, al punto que hay momentos en que los clásicos de nuestra música tienen un muy interesante aire de jazz. Son de una gran calidad las reversiones de temas como "Zamba para la viuda", "Sirviñaco", "De la raíz a la copa", "Arenosa", "Soledad Jujuy" o "Chacarera de las piedras", entre otros.

Delgado, que estudió en el célebre Berklee College of Music, de Boston, Estados Unidos, tiene como antecedente el dúo que formó con el guitarrista Sebastián Espósito (world music, ritmos argentinos y canciones en formato acústico) y el Quinteto Urbano, que combinaba ritmos sudamericanos con jazz tradicional. Eso además de haber tocado junto a artistas como Paquito D'Rivera, Jim Snidero, Walter Malosetti, Ricardo Cavalli, Norberto Minichillo y Ligia Piro, entre otros Con motivo de la presentación de "Adentro" -producido por Hernán Crespo, quien además toca el acordeón, más la participación de Lilian Saba en piano, Marcelo Chiodi en quena, Sebastián Espósito en charango y composición, y Juan Iñaki, Marcela Passadore y Valeria Ebu Isaac en voz- charlamos con Delgado. Echando un vistazo a los autores clásicos de los catorce temas que integran el CD, es inevitable preguntarle sobre los motivos de la selección.

El músico se explaya: "La decisión de incluir a compositores icónicos tales como Atahualpa Yupanqui y el Cuchi Leguizamón, tiene que ver con mi decisión de que en mi primer disco solista se transitaran las raíces de nuestra música nativa. Atahualpa es el compositor predilecto para este fin. El Cuchi ,en cambio, representa la raíz con las influencias de músicas más sofisticadas armónicamente, como sería el jazz. Sumando a esto,están las hermosas poesías de Manuel Castilla". Prosiguiendo con su explicación, añade: "Otra dupla compositiva que aparece en el disco es la de Falú y Dávalos, que combinan tradición y sofisticación. Y también hay compositores contemporáneos como Oscar Alem y Juan Falú, que suman armonías más contemporáneas, además de composiciones grabadas por primera vez, como en el caso de las de Sebastián Esposito y de Valeria Ebu Isaac, más un tema mío ya grabado anteriormente”. El resultado es muy bueno. El disco que se presentará en Café Vinilo es un gran aporte al folclore desde una estética que combina a la perfección lo clásico y lo contemporáneo.

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)