"Querido Sheek
Me dí cuenta de que no tenías ninguna noticia que contarme cuando leí tu carta y la encontré llena de agudezas de tu hija. Le tengo mucho afecto a tu hija y creo que es brillante, precoz y bonita, pero si tus cartas van a consistir en la reventa de las ocurrencias de Sylvia, no veo por qué no puedo eliminar al intermediario y escribirme directamente con ella. En realidad no me quejo; de hecho, lo que me contabas de Sylvia era mucho más divertido que lo que me contabas de tí mismo (...)"
Groucho Marx