Hace un par de días, escribimos en otro de nuestros blogs que Jean-Marie Gustave Le Clezio era uno de los nombres que más circulaba en los cenáculos intelectuales escandinavos para quedarse con el Nobel de Literatura 2008. Mientras, en el sitio de apuestas en línea Landbrokes, el ensayista italiano Claudio Magris era el que pagaba dos pesos. Finalmente, esta mañana el comité sueco anunció que el francés es el nuevo galardonado. Más alla de que en breve subiremos un post sobre su obra, hay que indicar que el secretario a perpetuidad de la Fundación Nobel es fiel a sus principios. Como se recuerda, había señalado -palabras más, palabras menos- que Europa sigue siendo el centro literario y que Estados Unidos no participa del gran diálogo de la literatura. El resto del mundo no existe para Horace Engdahl. Más alla de los gustos personales de cada uno y que Le Clezio se merece el Nobel, lo que queda bien claro es que la Fundación se mueve en forma corporativa.
Un par de datos a tener en cuenta: el último premio para Estados Unidos fue en 1993 (con la escritora Toni Morrison), mientras que Latinoamérica no se queda con el galardón desde Octavio Paz en 1990 (un año antes lo había obtenido el español Camilo José Cela, con lo cual la Academia tiene una deuda ya lejana con el castellano). Que Le Clezio sea el decimocuarto francés en obtenerlo es apenas una anécdota más. Mientras algunos editores se preparan para hacerse la América, para los jurados suecos, nuestro continente queda cada vez más lejos.