01 agosto 2012

Pachuco Cadáver está vivito y coleando


Por Humberto Acciarressi

A la muerte de Luca Prodan, las divisiones internas que tenía Sumo estallaron sin el principal catalizador. Cada uno de sus integrantes -lo mismo había sucedido a la muerte de Miguel Abuelo con "Los Abuelos de la Nada"- emprendieron nuevos caminos, y fue allí dónde se notaron las preferencias musicales de cada uno, homogeneizadas en su momento por el líder ausente.

"Divididos" (Mollo y Arnedo) y "Las Pelotas" (Daffunchio, el "Bocha" Sokol y "Superman" Troglio) se llevaron a la casi totalidad de Sumo, pero el saxofonista y periodista (escribía en "El expreso imaginario") Roberto Pettinato se juntó con el tecladista Guillermo Piccolini, un argentino radicado en España que venía de integrar el grupo "Toreros muertos". Ellos dos formaron "Pachuco Cadáver", que llegó a grabar dos discos hoy inhallables: "Life in La Pampa" y "Tres huevos bajo tierra". El nombre de la banda estaba inspirado en un tema de 1970 del californiano Captain Beefheart.

"Pachuco Cadáver" tuvo unas particularidades muy interesantes para la época, debidas casi siempre a los conocimientos musicales enciclopédicos de Pettinato. Las influencias de Syd Barrett, los Residents, los primeros Soft Machine, John Cale, el propio Captain Beefheart, los B52’s , todo con un toque de Andy Warhol, fueron características de este grupo que contó con la colaboración casi permanente de Marcelo "Gillespi" Rodríguez en la trompeta, Willy Crook en el saxo, Adí Kontantinosky y Alejo Alberdi en las violas, y Pablo Guadalupe en el bajo.

Luego, por cuestiones geográficas más que musicales, Pachuco se separó. Y así pasaron los años. Pettinato abrió sus horizontes a la televisión y sólo cada tanto se dedicó a tocar. Hasta que finalmente, hace un par de meses, se juntó con Piccolini, se pusieron a zapar, de allí a tocar más seguido, hasta que finalmente resolvieron que la formación resurgiera de sus propias cenizas. Con ellos retornó "Gillespi". Y como invitados especiales, el ex bajista y compositor de Los Fabulosos Cadillacs, Flavio Cianciarulo, y su hijo Astor en la batería. Para quienes no los escucharon en su momento, tendrán una buena oportunidad este viernes a las 21 en Niceto Club (Niceto Vegga 5510). Si se lo pierden, después no se quejen.

(Publicado en el suplemento de música "¿Te Suena?", de La Razón, de Buenos Aires)