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21 septiembre 2012

Un fallo insólito contra Lorena Ceriscioli

LORENA CERISCIOLI Y EL MILLONARIO CUANDO ESTABAN BIEN
Por Humberto Acciarressi

Los millonarios, mal que nos pese, tienen prerrogativas que el común de los mortales desconocemos. Fijate, caso contrario, lo que pasa con Tomás Costantini. Hace poco tiempo abandonó embarazada a Jimena Campisi. La chica aseguró que la concepción fue buscada y que dejó de tomar anticonceptivos a pedido de él, pero un día, sin avisar, el hijo de Eduardo Costantini levantó campamento. Campisi llegó a contar que "simplemente desapareció por completo y no lo vi más. No fue al médico y no me llamó ni para saber cómo estaba". Se hizo humo. Como cualquier mal tipo, tenga o no tenga dinero. Ahora se metió en otra.

En este nuevo caso, la Justicia lo favoreció en un juicio de divorcio por agravios que le inició su ex pareja, la modelo Lorena Ceriscioli, con la que aún sigue casado. Y fue nada menos que la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil la que desestimó las denuncias de la mujer. Sin embargo hay varios tramos de la sentencia que llaman la atención. Para comenzar, se defienden las salidas nocturnas del hombre (documentadas en imágenes junto a Florencia Torrente, entre otras) aduciendo que Costantitni "es una especie de tutor" de sus modelos. La frase que acompaña esto es bizarra y medieval: "No es lo mismo la aparición pública del demandado dueño de una agencia de modelos y ´tutor´ de ellas - bailando en un local nocturno, que ´el baile de un señor abogado casado con una niña del Sagrado Corazón´".

Y si eso ya causa gracia en lo referido a este bon vivant, añade que fotos de la esposa en ropa interior "no son propias de una mujer casada". Recordemos que se trata de una modelo -es decir, una mujer cuyo trabajo consiste en desfilar con ropa, sea de invierno o lencería- y tengamos una magnitud del fallo. Lo más lindo es que los jueces, después, se ofenden cuando la gente de la calle no confía en ellos. El "hacete amigo del juez" del viejo Vizcacha sigue vigente a un siglo y medio de escrito el Martín Fierro. Y si además tenés mucha guita, tu vida será una uva.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)