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06 febrero 2012

Agente, guarda que Anonymous escucha

Por Humberto Acciarressi

Ya no quedan dudas, al colectivo secreto de ciberactivistas Anonymous, cuyos manifestantes, adherentes y simpatizantes se escudan detrás de la máscara de Guy Fawkes, el héroe anónimo de V de Vendetta, ya no hay quién lo pare. Al prinicipio nadie se los tomaba en serio, eran unos simpáticos muchachos y chicas expertos en hackear alguna que otra cuenta de correo. Después vinieron los bancos, los sitios web de Visa y Mastercard, el Departamento de Estado, el Ministerio de Seguridad de España, y decenas de sitios de alta confidencialidad. En muy poco tiempo, ya se convirtieron en una pesadilla para los poderosos del capitalismo.

En este marco, el FBI acaba de reconocer que unos hackers interceptaron una llamada secreta de uno de sus agentes con investigadores de Scotland Yard ¿Y sobre qué hablaban? Nada menos que de delitos cibernéticos. Frente a esto, Anonymous ha publicado una grabación de unos quince minutos de duración. Aparentemente se produjo el 17 de enero pasado y en ella se habla, con pelos y señales, del seguimiento que se hace de miembros del grupo, las fechas de detenciones planeadas y detalles de pruebas en poder de los agentes secretos, que por lo visto no lo son tanto.

Por supuesto, el FBI señala que se está trabajando para establecer quiénes son los culpables y detenerlos. Mientras, estos -como en un film de Peter Sellers- le toman el pelo a los investigadores. En su cuenta de Twitter, Anonymous dejó asentado: "El FBI podría estar interesado en cómo somos capaces de leer continuamente sus comunicaciones internas desde hace algún tiempo".

Recordemos que Guy Fawkes, a quien se recuerda con la máscara, fue un notorio personaje que en el siglo XVI fue ajusticiado por intentar matar al rey de Inglaterra y querer volar el Parlamento con barriles de pólvora. En los tiempos que corren, los ciberactivistas -que se confunden con la gente en todo el mundoparecen mucho más peligrosos que aquel antepasado. Y si no, pregúntenle a los del FBI.

(Pubicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)