En San Francisco, Estados Unidos, una réplica tamaño natural de Yoda, el personaje creado por George Lucas, se convirtió en la meca de los admiradores de La Guerra de las Galaxias. La estatua del pequeño maestro de orejas puntiagudas y frases sentenciosas, fue instalada en 2005. El lugar, cerca del puente Golden Gate y de las oficinas centrales de Lucasfilm, se suma a otros sitios turísticos visitados por fanáticos de la saga, como la casa en el desierto de Luke Skywalker en Túnez, las pirámides en Guatemala y una aldea toscana frente al lago Como. Personalmente tengo que confesar que ese enano de 66 centímetros siempre me cayó mal.