Páginas

12 agosto 2011

La Richmond y la multinacional Nike

Por Humberto Acciarressi

Las Violetas, El Café de los Angelitos, El Británico, decenas de los sesenta bares y confiterías notables de Buenos Aires se enfrentaron en su momento al peligro de la desaparición. Algunos, como El Molino, aún permanecen en una zona gris, una suerte de Limbo en el que se ignora dónde comienzan los derechos particulares y terminan los del estado que los proclamó Patrimonio Histórico y Cultural de la Ciudad. 

Ahora le toca el turno a la confitería Richmond, uno de los sitios más emblemáticos de Florida desde hace casi cien años, es decir cuando en esa calle hoy peatonal se vivía la bohemia de los diarios, de intelectuales y músicos que después trascendieron al mundo. La Richmond, inaugurada en 1917, un año después del primer triunfo yrigoyenista, fue escenario de tertulias de los más célebres políticos de nuestra entonces reciente democracia. Algunos de los hechos más importantes de la historia porteña y argentina tuvieron por escenario ese aún lujoso edificio de la icónica confitería. 

En este momento, sin embargo, resulta que los patrimonios culturales parecen ser pour la galerie. Defienden el frente del edificio, pero no la actividad. Y en este caso, los millones de cafés que la Richmond vendió en su riquísima historia, en unos meses serán reemplazados por un local de la multinacional de ropa deportiva Nike, la misma que en Indonesia, en sus fábricas de calzado Converse, le pegan y tratan de perros y cerdos a sus trabajadores. Vale aclarar que Nike ha admitido esos abusos, aunque con algún reparo. 

Sin embargo, estas excusas no alcanzan a explicar, por ejemplo, lo que ocurre en Pou Chen Group, en Sukabumi, a unos 100 kilómetros de Yakarta, donde diez mil trabajadores, en su mayoría mujeres, ganan apenas para la comida propia. Mientras, sus hijos mueren de hambre. Los artículos deportivos de esta compañía van camino a reemplazar al viejo Richmond en un par de meses. En pocas horas se han convocado marchas, abrazos solidarios y hasta dos proyectos en la Legislatura. Todo lo que pueda hacerse para defender nuestra historia será bienvenido. 

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires) 

NOTA: Esta columna salió publicada el jueves 11 de agosto por la mañana. Unas horas más tarde, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires resolvió que la Richmond no podrá cambiar de rubro, con lo cual se cae la venta a la multinacional Nike. También fue decidido que llevará un texto que expresará: "Confitería Richmond. Declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por su valor simbólico e identitario en la Ciudad de Buenos Aires. Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires"