La nave OSIRIS-REx de la NASA realizó un último sobrevuelo sobre el asteroide Bennu el pasado 7 de abril y ahora la agencia norteamericana difundió las imágenes de su huella final sobre la superficie. Es la primera misión de la agencia espacial en visitar un asteroide cercano a la Tierra, evaluar su superficie y recoger muestras para traerlas a nuestro planeta. La nave voló a menos de 3.7 kilómetros del asteroide y lo más cerca que estuvo desde el evento de recolección de muestras Touch-and-Go (TAG) fue el 20 de octubre de 2020.
De esta manera, OSIRIS-REx se hundió 48.8 centímetros en Bennu, disparó una carga presurizada de gas nitrógeno, tomó material superficial y se impulsó. Ahora, la NASA mostró las imágenes del antes y después de la presencia de la nave sobre el asteroide. La potencia hizo que, incluso, una roca de 1.25 metros de ancho en el borde del sitio de muestreo se moviera de sitio, apareciendo solo en la imagen posterior al TAG. Dathon Golish, miembro del grupo de trabajo de procesamiento de imágenes de la misión, manifestó: “Estas observaciones no estaban en el plan original, así que estábamos emocionados de volver y documentar lo que hicimos”.
De acuerdo con la agencia aeroespacial norteamericana, OSIRIS-REx estará cerca de Bennu hasta este 10 de mayo, cuando la misión comience su vuelo de regreso de dos años hacia la Tierra. La planificación es que, a medida que se vaya acercando a nuestro planeta, la nave espacial abandone la Cápsula de Retorno de Muestra (SRC) que contiene la muestra de Bennu. Este SRC viajará a través de la atmósfera terrestre y aterrizará con un paracaídas sobre el Campo de Pruebas y Entrenamiento de Utah. La fecha prevista para esto es el 24 de septiembre de 2023.
Una vez recuperada, la cápsula será transportada a las instalaciones de conservación en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, donde la muestra se retirará para su distribución a laboratorios de todo el mundo, lo que permitirá a los científicos estudiar la formación de nuestro sistema solar y la Tierra como un planeta habitable. La NASA reservará el 75% de la muestra para que las generaciones futuras la estudien con tecnologías que aún no se han inventado.