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13 enero 2020
Un detalle del David de Miguel Angel que pasó inadvertido 500 años
El médico estadounidense Daniel Gelfman, del Marian University College of Osteopathic Medicine de Indianapolis, fue a Italia en viaje de placer. Allí, como millones de turistas, visitó la Galería de la Academia de Florencia y observando el David de Miguel Angel advirtió algo que le llamó la atención. La vena yugular en la parte superior del torso está claramente “extendida” y en relieve sobre la clavícula de David, como sucedería en un joven saludable que se halla en un nivel de excitación al tener que enfrentar un adversario letal, en su caso Goliat. Esta particularidad indica cómo el espíritu de observación llevó a Michelangelo a esculpir algo que luego sería descrito en detalle 100 años más tarde: la mecánica del sistema circulatorio.
La distensión de la vena yugular -explicó el médico- puede verificarse como un reto por “elevadas presiones intracardíacas y posibles disfunciones cardíacas”, pero el David es joven y en óptimas condiciones físicas. Sólo en un estado de excitación temporal se distingue bien. “Miguel Angel, como alguno de sus contemporáneos tenía una formación anatómica. Me di cuenta que debió haber notado una distensión venosa yugular temporal en sujetos sanos que están excitados”, indicó Gelfman. En la época de la creación del David, en 1504, el anatomista y médico William Harvey no había aún descrito la verdadera mecánica del sistema circulatorio. Ello no sucedió sino hasta 1628.