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13 noviembre 2018

La última y terrible carta de Reinaldo Arenas


La carta que publicamos fue recibida por la hispanista francesa Liliane Hasson, en su domicilio de Paris, dos días después del suicidio de Reinaldo Arenas, ocurrido el 7 de diciembre de 1990. La mujer era la traductora al francés del escritor cubano, quien se la había entregado en sobre cerrado a una colega norteamericana. "Si muero, se la envías a Lillane, por favor", le dijo. Arenas, perseguido por su homosexualidad (un delito para el régimen castrista por el cual fue enviado a una prisión) y sus críticas a Fidel, fue uno de los miles de cubanos que integró el llamado Exodo del Mariel (entre abril y octubre de 1980), para lo cual se tuvo que cambiar el apellido por cuanto estaba en las listas negras. Ya enfermo de Sida, este narrador, poeta, ensayista, periodista, bibliotecario, escribió su conmovedora autobiografía "Antes que anochezca", llevada al cine por Julian Schnabel con una magistral interpretación de Arenas por Javier Bardem, que le valió una nominación al Oscar. El escritor cubano dice en su carta final:

"Queridos amigos: debido al estado precario de mi salud y a la terrible depresión sentimental que siento al no poder seguir escribiendo y luchando por la libertad de Cuba, pongo fin a mi vida. En los últimos años, aunque me sentía muy enfermo, he podido terminar mi obra literaria, en la cual he trabajado por casi treinta años. Les dejo pues como legado todos mis terrores, pero también la esperanza de que pronto Cuba será libre. Me siento satisfecho con haber podido contribuir aunque modestamente al triunfo de esa libertad. Pongo fin a mi vida voluntariamente porque no puedo seguir trabajando. Ninguna de las personas que me rodean están comprometidas en esta decisión. Sólo hay un responsable: Fidel Castro. Los sufrimientos del exilio, las penas del destierro, la soledad y las enfermedades que haya podido contraer en el destierro seguramente no las hubiera sufrido de haber vivido libre en mi país.

Al pueblo cubano tanto en el exilio como en la Isla los exhorto a que sigan luchando por la libertad. Mi mensaje no es un mensaje de derrota, sino de lucha y esperanza.

Cuba será libre. Yo ya lo soy.

Firmado
Reinaldo Arenas