En un remoto lugar del extremo sur de la península del Sinaí, en medio del desierto, se levanta un fantasmagórico cine que conocemos gracias a las fotografías de Kaupo Kikkas. De acuerdo a lo que cuenta en su blog, el sitio fue construido por un francés adinerado, que trasladó desde El Cairo hasta ese lugar, cientos de asientos y un generador. Hizo lo mismo con una pantalla que -dicen- parecía la vela de un barco. Cuentan que la gente desperdigada por los alrededores fue invitada a presenciar la primera película, pero alguien saboteó la idea dañando el generador. Fue inauguración y final, por lo cual nunca pudo verse un film en tan extraño lugar. En Google Maps aún se observa tan extraña construcción.