Es una de las islas más raras del mundo. Se llama Migingo, tiene el tamaño de un campo de fútbol, se la disputan Kenia y Uganda y apenas cuenta con 131 habitantes. Como no resulta extraño, la pobre economía del lugar gira en torno a la pesca de la perca del Nilo, especie introducida en la década de 1940 que depredó las especies locales y es muy codiciada por pescadores. Los pobladores, hay que señalarlo, viven en una extrema miseria.