"Si crecí, no sé..., pero que la memoria del niño está intacta, se lo aseguro. Siento hasta el olor a cera de los suelos de aquellos corredores que nos llevaban a la sección “niños” de Gath & Cháves. Aquel olor a eucaliptus de los ascensores de casa Tow, el sabor del jamón York en el restaurante del Hotel Bristol, adonde íbamos seguido con mi abuela... y donde había que comer despacito y dejar algo para que el camarero no se llevara el plato vacío ¡Y los domingos... ! Ah... los domingos eran las medialunas con chocolate espeso de La Oriental y pasar por la panadería Europea a recoger los merengues de crema chantilly"
Antonio Seguí
(nacido en Córdoba, Argentina, recuerda su infancia)