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20 julio 2014

El Pollo Raffo y su tercer disco de Música de Flores


Por Humberto Acciarressi

Juan "Pollo" Raffo es, al día de hoy, uno de los mejores músicos argentinos. Es, además, uno de los tecladistas que han participado en bandas icónicas o acompañando a solistas de primer nivel, desde que integró el conjunto de Juan Carlos Baglietto en dos etapas y tres discos, además de tocar los teclados y ser arreglista con Soda Stéreo (en "Signos"), Los Piojos (en cinco álbumes), Manuel Wirtz (en seis), Vox Dei (en tres discos), Miguel Cantilo (en cuatro), los Ratones Paranoicos (tres placas), etc. Y el "etcétera" incluye JAF, Jairo, Divididos, León Gieco, Los Gardelitos, El Bordo, entre otros. Ni él mismo debe saber en cuántos discos ha participado, como solista o como acompañante.

Este músico, que entre otros estudios tiene un diploma de composición de jazz de la Berklee College of Music, de Boston, tiene además ocho discos solistas. De esos, entre los cuatro últimos, se encuentra la trilogía compaginada bajo el título de Música de Flores, cuyo primer volumen fue "Guarda que viene el tren", el segundo "Diatónicos anónimos" y el tercero "Al sur del Maldonado". Precisamente éste -un discazo, como los anteriores- estará siendo presentado el próximo miércoles en Cafe Vinilo (Gorriti 3780), a las 21, donde el Pollo estará con Martín Rur en saxos y clarinete, Tomás Pagano en bajo, Rodrigo Genni en bateria y, como músico invitado, Jonatan Szer en percusión.

En "Al sur del Maldonado", Raffo y su grupo llevan a límites de gran jerarquía, magníficos, la fusión del jazz con la milonga o ciertos aires brasileños, aunque también hay momentos que remiten a la música de cámara, al tango e incluso a ciertas melodías balcánicas . Y el Pollo y su grupo logran algo que no siempre es posible: hacer que piezas complejas sean ampliamente disfrutables, no sólo por los melómanos sino por todo el mundo. Alguien del entorno del Pollo ha definido muy bien esta música como "una mezcla inestable de erudición y atorrantismo". Restaría añadir que toda la música es compuesta y arreglada por este músico sensacional, y que casi no hay nota que falte o que sobre en ninguno de los temas.

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)