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13 junio 2014

Calé, la historieta de Buenos Aires y el "fobal"


Por Humberto Acciarressi

Este miércoles, en la Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985), quedó inaugurada para el público una muestra que viene como anillo al dedo por los tiempos mundialistas que corren. La misma se trata de "Calé: humor desde el tablón", con dibujos originales del Archivo del Humor Gráfico Argentino de la Biblioteca Nacional. Este humorista impar cuyo arte ahora se recuerda, falleció muy joven de un infarto, a los 37 años, el 3 de mayo de 1963, no obstante lo cual dejó una de las obras más prolíficas y memorables de una Buenos Aires que permanece en los recovecos de su historia, algo escondidos para quienes no están dispuestos a dejarse trabajar la mirada por la poesía. Conocido por sus contemporáneos y por la posteridad como Calé, su verdadero nombre fue Alejandro del Prado (sus hijos son el músico que lleva su nombre y el gran periodista Horacio del Prado).

Decíamos que el título y contenido de la muestra no podrían haber sido mejor elegidos, ya que ese artista que con sus viñetas de "Buenos Aires en camiseta" hizo lo que Enrique Santos Discépolo con sus tangos y Roberto Arlt con sus "Aguafuertes porteñas", era un fanático apasionado del fútbol (el "fóbal", como el "feca", el "rioba" y el "gotán"). Nadie que sea ajeno a esta pasión por la "redonda" puede hacer sociología de Buenos Aires, de la Argentina en general. Y él, además, era hombre de "la popu". En vida, Calé padeció privaciones innumerables. En una oportunidad, su hijo Horacio recordaba cuando su padre le echaba agua caliente al tintero porque no tenía plata para un nuevo frasco. De esa forma fue gestando una de las obras más vitales y apasionadas para reflejar a la clase media y baja de la capital de nuestro país, allá por la década del 50.

Calé había nacido en Rosario en 1925. Fue en la ciudad santafecina en donde se crió con su madre y cinco tías solteronas. Se cuenta que un día levantó campamento y se largó a Buenos Aires con dos propósitos, ninguno de los cuales pudo cumplir: ser jugador de River o, en su defecto, cantar tangos. Se aproximó bastante a su primer deseo cuando, a los pocos meses, redactaba comentarios humorísticos en la Revista River, que firmaba como "Alejandro el fana". Este semanario se presentaba como "Una voz riverplatense para todos los deportistas" y nació, para durar 45 años, el 15 de septiembre de 1944. Después vinieron sus primeros dibujos en Pobre Diablo, en el diario Democracia, en Pica Pica, naturalmente en Rico Tipo de Divito, cuyo plantel -el gran salto- pasó a integrar en 1951. El fútbol, el fóbal, en tanto, siguió siendo una de sus grandes pasiones. Por eso decíamos que viene como anillo al dedo el nombre de la muestra que se

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)