Las leyendas "Crimea 2014" y "Putin vaya a su casa!" acompañan, en Bulgaria, las pintadas que los manifestantes hicieron durante la noche con los colores de las banderas de Ucrania y de Polonia. El monumento que permanece desde los tiempos soviéticos en Sofia, la capital búlgara, suele ser pintado con los cambios políticos que se producen en lo que antes fue Europa del Este.