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05 diciembre 2013

You Tube y otro golpe a los videos truchos


Por Humberto Acciarressi

Una vez más, en lo que ya parece un ritual decembrino, You Tube eliminó miles de millones de visualizaciones de videos supuestamente falseados. E igual que el año pasado, la medida involucra a las grandes discográficas. En la temporada pasada volaron una cantidad similar de autores de Sony BMG, RCA y Universal Music Group, éste último uno de los que quedó más expuesto (este año ya le "sacaron" de circulación mil millones de videoclips, aunque Sony no quedó demasiado atrás). Hay que señalar que estos videos -y las millones de visitas- se crean para generar una visión de popularidad o éxito de artistas, lo que junto a la publicidad permite augurar mayores ventas. 

Ya en su momento, Google descubrió servicios supuestamente contratados por las discográficas, especializados en construcción de visualización de sitios como Fiverr. Hay que recordar que You Tube prohíbe los métodos automatizados de inflar número de reproducciones . También hay que tener en cuenta que, en su momento, las fuentes de la industria musical se excusaron diciendo que el problema era por "la migración de videos entre diferentes canales" (de acuerdo a oportunas declaraciones en el Daily Mail) y más tarde a "problemas técnicos" (según The Guardian). Queda en cada uno suponer que muchos artistas y discográficas están más que interesados en la popularidad por vía rápida, pero no se puede afirmar tajantemente. 

Si está más que claro que You Tube no quiere pagar más royalties de los estrictamente necesarios y toma todos los recaudos -como lo acaba de hacer- para eliminar hasta la última visualización tramposa, la haga quien la haga. Los muchachos de Mountain View no están dispuestos a poner la plataforma, las ideas, el canal, y que sean otros los que se lleven las ganancias. Especialmente si son los mismos que los criticaron y critican por hacerles bajar las ventas (lo cual se ha comprobado que es falso) de sus productos musicales. Balas van, balas vienen, esta historia no termina acá.

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)