"Prism", el reciente disco de Katy Perry, acaba de ser prohibido en Australia por orden del Departamento de Agricultura de ese país, quien lo consideró una amenaza biológica. Resulta que la edición deluxe del trabajo más reciente de la cantante norteamericana incluye semillas para que los compradores siembren su propio árbol, pero las normas sanitarias australianas lo consideran un riesgo. La declaración del organismo señala sin vueltas: "Las semillas o plantas de origen internacional no pueden estar presentes en Australia y suponen mala hierba para nuestra bioseguridad". Parece que Perry dijo que las semillas de la edición australiana pertenecen a especímenes vernáculos y los biólogos quedaron en estudiar el asunto ¿Y la música? Bien, gracias.