La flor más apestosa y grande del mundo se abrió totalmente en el Museo Botánico de Washington y atrajo a multitudes de turistas. Los visitantes formaron largas colas a pesar del calor, para tener la oportunidad de ver y oler esta famosa flor, que puede alcanzar los 3,5 metros de altura y huele a carne podrida. La floración de la Titan Arum, que se esperaba para la semana pasada, es impredecible: puede ocurrir cada pocos años o cada pocas décadas. Se espera que sus pétalos se mantengan abiertos sólo de 24 a 48 horas, y luego se marchiten. Un verdadero asco.