Al este de Ucrania existe un pequeño pueblo llamado Klevan. Allí hay un túnel natural, de tres kilómetros de largo, formado por vegetación. A través del mismo, cada tanto, transitan trenes de carga pertenecientes a una empresa privada que reparte madera. La leyenda dice que las parejas tienen que dar un paseo tomados de la mano y pedir un deseo. Si su amor es sincero se hará realidad. El recorrido fue moldeado por el paso recurrente de los trenes en otra época. Localmente se lo conoce como el “Túnel del amor”.