Una modelo posa con un diamante de 101,73 quilates en forma de pera e incoloro, que fue calificado como de
"perfección absoluta". Fue rematado por Christie’s en Ginebra en 26,7 millones de dólares. El mismo fue encontrado como piedra bruta en una mina de Botswana, África, y sometido a un procedimiento de tallado de máxima precisión.