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11 abril 2013

Una charla con Karina Beorlegui


EL FADO EN VOZ ARGENTINA

Por Humberto Acciarressi

Karina Beorlegui tiene una voz y un encanto privilegiado. Ha cultivado, con entusiasmo y calidad, diferentes géneros musicales, incluyendo las operitas de Dolina. Su último y tercer disco, "Puertos cardinales", es una pequeña joya, en la que está acompañada por los Primos Gabino. Pionera del matrimonio del fado y el tango en Buenos Aires (otros lo hicieron, pero a modo de detalles pintorescos), ahora estará animando por quinto año el Fado-Tango Club en el Caff (Sanchez de Bustamante 764). Este viernes a las 22 es la primera de las citas, con María Volonté como invitada de lujo.

¿Cuáles fueron tus músicas de chica?
Como a todos los de mi generación me gustaba el rock y el blues. Con el plus que me fascinaba Janis Joplin

¿Qué fue lo que te llevó a esos géneros más nostálgicos?
Había algo que me atraía en distintos géneros que tienen mucho en común: el blues, el tango, el choro, el fado. La gente no sabe que Amalia Rodrigues era admiradora de Gardel y que éste grabó el fado "Caprichosa".

¿Debo entender que para entonces ya habías arribado al tango?
Sí. Lo llevaba en los genes. Tengo algo en el ADN que me hace captar las cosas intuitivamente. Después me enteré que Mercedes Simone (que grabó "Meu amor lloró"), Magaldi y Gardel eran admiradores del fado. Por eso lo mío, desde entonces, es una mirada al fado desde el tango.

¿Es una propuesta estética?
Digamos que con los Primos Gabino queremos rescatar esos fados de Gardel y de Magaldi.

¿Recibiste espaldarazos cuando comenzaste con el fado?
De la Tana Rinaldi. En una oportunidad vino a escucharme y me dijo: "Lo que hacés está buenísimo". Desde entonces lo sentí como una responsabilidad.

¿Podés definir qué fue lo que te atrapó del fado?
Yo diría que su cadencia de nostalgia me golpeó en el estómago. Tanto el tango como el fado son géneros de puertos, y en ese sentido Lisboa y Buenos Aires parecen diferentes pero son muy parecidas. Las músicas que tienen puerto se enriquecen con lo que viene de afuera.

Hay un crecimiento muy notorio del tango, ¿no te parece?
Totalmente. En el caso del tango es sorprendente. Cada vez hay más jóvenes músicos, buenísimos, que lo interpretan de diferentes maneras.

¿Y cómo lo ves en el panorama general?
Siento que en este momento, lo que ocurre con el tango es que no es bien difundido en el exterior. Como si no hubiera interés. Parece que lo único que importa es el llamado tango for export. Me parece que por prejuicios.

(Publicado en el suplemento de música "¿Te Suena?", de La Razón, de Buenos Aires)